viernes, 24 de agosto de 2012

YO NO ME TRAGO LA DEUDA

JOSE MANUEL NOVOA Yo no me trago la deuda. No trago con una deuda que no nos corresponde y que nos va a cambiar la vida, no es ninguna exageración: los españoles tardaremos años en levantar cabeza al tener que pagar, prioritariamente de nuestros impuestos, una astronómica deuda que se sabe nominativamente a quien corresponde. La troica, la UE el FMI y BCE que representan, exclusivamente, los intereses del capital nos endosa una fétida deuda de la que hablan mañana tarde y noche por boca de nuestro gobierno. Para empezar por el principio tendríamos que remitirnos a “la seguridad jurídica” que tanto apelan los bancos y multinacionales. La seguridad jurídica es el altar del capitalismo, sin esta seguridad no hay negocio que valga, no hay contrato que se pueda suscribir, ni pacto al que llegar. Simplifiquemos la seguridad jurídica en un solo aspecto: la deuda, para que se pueda considerar deuda requiere de tres requisitos, que sea exigible, que sea liquida y esté vencida. Por lo tanto, ninguno de los tres requisitos nos corresponde empezando por el primero de los citados que excluye a los demás, nada nos vincula para que la deuda sea exigible al pueblo español. Le corresponde a los bancos que se emborracharon de otorgar préstamos con garantía hipotecaria para de inmediato empaquetar la titulación en cédulas hipotecarias y colocarlas en los mercados financieros una vez que habían agotado los depósitos de los clientes que era con el capital que tenían que trabajar. Fue la ambición, mezquina, de los banqueros para superar a sus competidores y adjudicarse estratosféricos bonus ya que aparentemente la entidad crecía por la vitamina hipocalórica del endeudamiento lo que les llevó al desastre más absoluto.LEER ARTICULO COMPLETO

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