miércoles, 8 de junio de 2011

Pepinos, Cerdos y Enfermedades


 Silvia Ribeiro investigadora del equipo  ETC

El surgimiento de una nueva cepa letal de la bacteria Escherichia coli (E. coli) en los alimentos en Europa pone de manifiesto, nuevamente, el desastre sanitario en que nos ha metido el sistema agroalimentario industrial.  Lo tratan como accidente, pero en realidad es algo cada vez más frecuente, porque es una consecuencia sistémica. Era lo esperable, al igual que el surgimiento de la gripe porcina y la gripe aviar.
Las autoridades sanitarias del gobierno alemán, donde primero se identificó el brote, acusaron como causantes de contaminación a los pepinos orgánicos españoles. Lo tuvieron que rectificar porque era falso, pero ya habían causando grandes pérdidas. Acusan también a tomates y lechugas, se especula con leche, carnes y agua embotellada. Según el Instituto Robert Koch de Alemania, se trata de una cepa desconocida, producto de recombinación de otras, que dio la nueva E. coli enterohemorrágica O104:H4. Al principio sospechaban de la E.coli O157:H7, la que se encontró en carne molida de grandes empresas como Cargill y que en 2008 motivó el retiro de 64 millones de toneladas de carne de Estados Unidos y miles de afectados.
En este caso dicen no saber de dónde salió ni cuánto va a durar, pero se ha extendido a varios países europeos y ha causado 18 muertes y más de 2000 internaciones que pueden tener consecuencias graves. Se podría agregar una larga lista de accidentes graves del sistema alimentario industrial (carnes contaminadas, melamina, dioxinas, aditivos y envases de plástico tóxicos, adulteraciones). Lo cierto es que gracias a la industria agroalimentaria controlada por una veintena de trasnacionales globales, la comida pasó de ser necesidad, placer y cultura, a convertirse en una permanente amenaza a la salud. leer articulo completo

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